Entonces le miras, te mira, apartas la vista pero el no deja de mirarte y le vuelves a mirar.Se acerca,  te acercas y lentamente os vais juntando hasta que ya solo os separa unos pocos centímetros. Los labios se van juntando y pese a todo el ruido que hay en la sala solo escuchas los latidos de su corazon. Y cuando estas cerca, tan cerca de conseguir tu objetivo, un rayo de sol se cuela por la rendija mas pequeña de tu persiana, haciendo que lentamente dejes el mundo de los sueños y entres en la cruda realidad.